La Gran Renuncia, ¿el capitalismo no da más de si?

Tras la pandemia, muchos trabajadores en Estados Unidos decidieron no regresar a sus trabajos. En Junio de este año, el Presidente de los Estados Unidos Joe Biden fue preguntado en rueda de prensa por las quejas de los empresarios que no encontraban trabajadores. La respuesta del Presidente fue un susurro convincente, como si se tratase de una fórmula secreta, "Pay Them More", o lo que es lo mismo, "Pagadles más". 

Este fenómeno no solo afecta a los Estados Unidos y son muchos los países que no encuentran a trabajadores para cubrir sus puestos. Este movimiento se denomina "la gran renuncia".

¡Yo dimito! | Foto por rawpixel.com 

 La pandemia cambió la vida de todos los trabajadores. Podemos categorizarlos en tres grupos:
- Trabajadores esenciales: Médicos, enfermeros, cajeros, policía, farmacéuticos, personal agrícola... Trabajadores que tuvieron una mayor carga de lo habitual.
- Trabajadores en ERTE/despido: Personas que, por las características de su trabajo, ni eran esenciales, ni podían realizar su trabajo a distancia: camareros, cocineros, empleados de fábrica, obreros... Parte de estos trabajadores recibieron durante un tiempo indemnizaciones que les permitieron subsistir durante los peores meses. Otros perdieron sus trabajos.
- Trabajadores que podían teletrabajar: Principalmente oficinistas que trabajan tras una pantalla: personal de administración, periodistas, expertos en márquetin, desarrolladores, soporte IT, profesores...


La Gran Renuncia llegó a estos grupos de trabajadores de diferente manera. Por un lado los trabajadores en ERTE que aunque no trabajaban disfrutaron de una gran cantidad de tiempo libre a la que no estaban acostumbrados y tuvieron los recursos económicos a su disposición. Muchos trabajadores de esta categoría estaban en trabajos muy precarios fruto de las constantes crisis de los últimos años y vivían al día con lo que les ofrecía su nómina. Con tiempo y dinero a su disposición no son pocos los que han podido invertir en educación y cambiarse a otros sectores menos precarios

Por otro lado, los trabajadores esenciales llegaron al agotamiento. Durante la pandemia se les exigió un esfuerzo físico y mental que nadie les recompensó. Muchos no tuvieron otra opción que salir del bucle de trabajo infinito y dimitir.

Por último, los trabajadores que pudieron continuar con sus día a día desde casa comenzaron a ver que eran igual o más productivos desde casa y que, tras meses de productividad, no querían recuperar la normalidad e ir a trabajar presencialmente perdiendo horas de su día e imposibilitando la conciliación. 

Todas estas casuísticas, sumadas a la precarización laboral preexistente, alimentadas por macroempresas que fomentan la maximización de beneficios frente a los intereses de los asalariados y la subida de precios incrementada también por la pandemia han sido caldo de cultivo para este fenómeno.

Que el modelo americano haya creado mega millonarios que pueden permitirse viajes estelares a costa de sus empleados y el pago ínfimo de impuestos, no ha ayudado a calmar las aguas.  Especialmente cuando en un país que todo el mundo asocia con las oportunidades tiene a los jóvenes endeudados por tasas universitarias, una burbuja del alquiler imparable y tener un trabajo no permite a nadie escapar de la pobreza.

En las redes, este movimiento no deja de crecer fuerza. En reddit, el subforo antitrabajo (antiwork) ha crecido de forma exponencial. Diariamente sus posts más populares llegan a la página principal. Conversaciones de whatsapp con el jefe dónde los empleados dimiten ante peticiones irrealistas por parte de los jefes, posts explicando los derechos de los trabajadores,... Incluso post animando a los demás a sindicarse, algo que en el país norteamericano estaba muy mal visto.

En el capitalismo, todo se negocia, incluso el salario de los trabajadores. ¿Estamos viendo una lucha de clases en Estados Unidos? ¿Volverán las uniones sindicales a tener fuerza?

La peste negra fue el inicio del fin del feudalismo. ¿Marcará el COVID tanto la economía de nuestros días?




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