¿Qué es "quiet quitting"? El nuevo término sobre realizar solamente el trabajo por el que te pagan

Un nuevo término ha sido acuñado, quiet quitting, lo que sería en español el abandono silencioso del trabajo. Este nuevo término está siendo usado para tildar a los trabajadores de vagos y desmotivados. ¿De qué trata realmente el quiet quitting? ¿Es real? ¿En qué puede favorecer al trabajador? Lo repasamos.


El nuevo estándar de trabajo

La productividad y la competencia entre empleados es cada vez más fuerte, pero paradójicamente al mismo tiempo la recompensa por el trabajo bien hecho es menor. Un trabajador que quiere ascender en su empresa no solo tiene que hacer bien su trabajo, sino que tiene que hacerlo mejor que todos sus compañeros generalmente dispuestos a dejarse la piel y la salud en un trabajo a menudo mal pagado.

No es raro encontrar, sobre todo en la sociedad estadounidense, trabajadores que lo dan todo por un aumento en su rango profesional. ¿Has encontrado algún adicto al trabajo en tu empresa?  Son personas con alta motivación que física y mentalmente lo dan todo en su puesto de trabajo.

No hablamos de una persona que simplemente se esfuerza en su día a día, sino de individuos que intentan poner un peso más en la balanza. Sin cobrar las horas extras, llegan una hora antes para tener todo listo y no se van hasta que el jefe cierra la oficina. Se quedan noches sin dormir, piden más y más trabajo, estudian todo lo posible en escaso tiempo libre y no piden ninguna contraprestación. 

Su vida, en definitiva, es el trabajo. En su escaso tiempo libre, comen, duermen, se duchan y se preparan para una nueva jornada laboral. Esto lo hacen por la promesa implícita de que si trabajas duro, serás recompensado de forma acorde. El sueño americano que nos han mostrado en tantas películas. Trabaja duro, se te recompensará.

Sin embargo, llegan el día de las revisiones salariales y los sueldos, muy bajos desde un principio apenas suben un uno o dos por ciento. En un entorno de inflación galopante los trabajadores no solo no son promocionados sino que se encuentran en una situación de pérdida de poder adquisitivo.


Hasta aquí hemos llegado, el burnout

Ante esta realidad los trabajadores normalmente llegan a un estado mental conocido como el burnout. Personas que se queman en el trabajo. La motivación por el trabajo se pierde, el trabajador se siente hastiado y todas esas horas de sueño que le debe al reloj empiezan a pasar factura.

La salud mental aquí juega un papel importante y el estrés, la ansiedad y la depresión entran en juego. Decepcionados, los trabajadores se dan cuenta que regalar horas e ir mucho más allá de las obligaciones de su puesto simplemente no es rentable.

Hacer lo imprescindible

Los trabajadores entonces pasan a hacer lo imprescindible, ni un minuto más, ni una tarea más que no se corresponda con la definición del puesto de trabajo. Esto es lo que ahora han decidido llamar quiet quitting: Una persona que hace el mínimo en su trabajo, no tiene expectativas de crecimiento profesional en la empresa porque le han demostrado que aunque se esfuerce no lo tiene y deja de dejarse la piel para la empresa.

Los trabajadores no buscan trabajos mejores, no se van de la empresa porque en el fondo saben que su esfuerzo no será recompensado en ningún sitio las empresas solo ofrecen posiciones mediocres.

Ante esta idea y aprovechando el teletrabajo, se dieron casos curiosos. Alguna persona se dio cuenta que si hace solamente el mínimo trabajo para mantener su posición, le sobran horas en el día. Así que simplemente hizo algo poco ortodoxo, pero le funcionó. Buscó un trabajo igual de mediocre que el que tenía. En un par de horas conseguía hacer el trabajo diario de cada puesto. Con el mismo esfuerzo que pondría alguien que se está dejando la piel, podía mantener dos trabajos a la vez, y ahora sí, cobrar dos sueldos al hacer el trabajo de dos personas.

Buscar la plenitud personal en otros lugares

Este pensamiento, poder aprovechar el tiempo libre que se queda al hacer "solo" ocho horas diarias en la empresa,  lleva a todas esas personas que les gusta dejarse la piel a buscar otras actividades en las que gastar sus energías.

Resignarse a vivir un trabajo que no te motiva, levantarte todos los días para servir durante ocho horas y sentir que, personalmente no vas a crecer jamás, puede llegar a ser tremendamente frustrante. Quizá tomar un segundo trabajo tampoco es exactamente lo que buscas pero muchas personas tienen proyectos personales en los que pueden trabajar como freelance. 

Das ocho horas en tu trabajo y esa energía extra la usas en crear un curso o a hacer pequeños encargos como autónomo para otras empresas. Puede ser una manera de, aun trabajando como asalariado, seguir avanzando la carrera profesional en lugares que te permitan hacerlo.

¿Qué opináis? ¿Es el quiet quitting algo nuevo? A mi me recuerda demasiado a la protección de los derechos y a la salud de los trabajadores, simplemente con un nuevo nombre que sirve, como no, para machacar a los trabajadores que dan un trabajo justo para el salario que reciben. 


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