Te habrá pasado. Compras una docena de huevos y esa semana o comes fuera, te vas de vacaciones o simplemente los huevos frescos no son parte de las recetas del menú diario. Finalmente te encuentras con la duda ¿estarán buenos?
Huevos Frescos
Solo necesitas agua y un cuenco
La solución rápida y fácil es la siguiente: pon agua en un bol o vaso suficientemente profundo para que cubra bien los huevos. A continuación pon los huevos en el agua:
Si el huevo flota, mala suerte: está malo. Si por el contrario el huevo se va claramente al fondo, ¡genial! Se podrá comer.
Este conocimiento se ha trasmitido muchas veces por el boca a boca pero realmente la ciencia está detrás de este fenómeno.
La explicación científica
Si observas un huevo de cerca, podrás ver que su superficie es porosa. Con el paso del tiempo, la humedad del interior del huevo se va evaporando por los poros. Poco a poco, el aire va llenando el hueco que aparece con la evaporación.
De esta manera, a medida que pasan los días el huevo flota cada vez más. De esta manera, si un huevo flota, es porque ya tiene cierto tiempo y lo más prudente es descartarlo para el consumo humano.
Un uso a los huevos podridos
Si se han puesto malos, hay que desecharlos, pero quizá te de pena tirarlos a la basura. Pocas cosas de provecho se pueden hacer con huevos podridos, pero si tienes jardín o una maceta profunda puedes reusarlos como fertilizante: Entiérralos bien profundamente para que no traigan mal olor.
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